Penumbra de dos

Entre el silencio y los momentos, Quisiera escuchar mi llanto; Quisiera meterme dentro, De este cuartel sin portón. Quizás gatear en lamentos, Tal vez en cuclillas ser cierto; Y extinguir lo que el tiempo, Quitó de mi y no pidió. La noche es oscura y amarga, No hay vino ni píldora que abra; Mi corazón se hunde y no alarma, Y en él hay tizne charol. Que brota en cada silencio, Y que mi voz nunca apaga; Me hacen falta madrugadas, O una penumbra de dos.